Este blog va a ser una contradicción tenaz.
Una advertencia de una vez.
Un día voy a compartir una idea.
Al siguiente compartiré otra opuesta.
Hoy compartiré un consejo, mañana otro que recomienda lo contrario.
Está bien.
Es más, ese es el objetivo.
No hay una fórmula para la felicidad, no hay un sólo camino para aprender a vivir bien, ni siquiera sabemos eso qué significa.
No sé si alguien lo ha descubierto y te garantizo que yo no lo haré.
No hay consejo universal, no hay idea perfecta.
Usualmente todas las ideas tienen algún mérito, especialmente las que van en contra de lo que creemos y queremos creer.
Usualmente todas también tienen una crítica valiosa.
Usualmente todas las ideas están en construcción.
Eso sí, parece que contrarrestar estas ideas, debatirlas, compararlas, lleva a buenas conclusiones parece que lleva a mucho crecimiento.
El hacerse estas preguntas e intentar responderlas.
Saber lo bueno y lo malo de cada una.
Identificar con lo que estoy de acuerdo, con lo que no y saber por qué.
Aprender a ponerse en otra perspectiva, a defender un punto de vista que va completamente en contra del mío.
Aprender a cambiar de opinión y sentirse bien al hacerlo.
Reflexionar.
No vivir en piloto automático.
No vivir por inercia.
Saber por qué hago lo que hago.
Saber por qué vivo como vivo.
Es más, creo que en este punto esa es la invitación.
Compartir preguntas.
Darte ideas para incentivar al journaling, al debate, al análisis.
Darte carne para una buenas conversaciones, ya sea contigo en el diario, con unos amigos echando cerveza o mi favorita, en una buena caminata.
Hay ideas espectaculares, hay historias espectaculares pero sobretodo hay preguntas espectaculares.
Vamos a compartirlas.
Vamos a detonar curiosidad.
No defiendo ningún camino, ni estilo de vida.
No quiero convencer a nadie de nada.
No juzgo a nadie.
Aquí no hay ganadores ni perdedores.
Yo no aplico lo que predico, no hago más que cagarla.
Ni a bala soy role model ni pretendo serlo.
No soy profesional, ni coach, ni consejero, ni nada.
Creo que vivir es más que sólo despertarse.
Creo que hay que aprender a vivir.
Quiero aprender a vivir.
No sé cómo hacerlo.
Soy una persona curiosa por aprender a vivir feliz, por aprender a vivir bien, por aprender a ser una buena persona.
Me importa serlo, intento serlo.
No sé por qué me dio por estas porque qué vaina más dificil.
Me estrello una y otra vez en el camino pero aquí seguimos.
Busco ideas y preguntas que me ayudan a encontrar respuestas.
He encontrado paz, sentido y propósito al hacerlo.
Te comparto lo que se me atraviesa en este camino.
No aceptes ninguna idea.
Acepta la invitación a hacerte más preguntas.
Acepta la invitación a intentar responderlas.
Acepta la invitación a reflexionar, a escribir y conversar.
Acepta la invitación a la curiosidad.
Juan Felipe